El Miércoles comenzamos nuestro periplo por Wall Street, desayunamos en un Starbucks de la zona (en cada esquina hay uno, es increíble la cantidad de ellos que puedes encontrar por toda la ciudad) y una vez que cogimos fuerzas nos dirigimos hacia la entrada de La Bolsa. Fuimos a hacernos la clásica foto con la estatua del toro.....esto es muy guiri (jajajaja) y aquí procede una pequeña explicación y es que el buen padre se puso su camiseta del Atleti porque había un partido muy importante ese día.
Llegamos a la zona del World Trade Center que, para mi gusto, es impresionante y qué deciros, a mí se me puso la carne de gallina de pensar todo lo que ocurrió allí ese fatídico día. Las piscinas con los nombres de las víctimas me impresionaron mucho y a la vez me parecieron un monumento muy bonito en su honor. La iglesia que se mantuvo en pie, el árbol que sobrevivió a la catástrofe y todo lo que se está construyendo a su alrededor y lo ya construido es sobrecogedor.
En este viaje decidimos que no íbamos a visitar ningún outlet fuera de la ciudad porque preferíamos ver todo lo demás y dejar las compras en un segundo plano pero........nada es perfecto y el siguiente punto de nuestro paseo era Century 21, un outlet estupendo en el que me compré un plumas de Michael Kors superbien de precio, que no pesa nada y de un color azul requeteprecioso. Yo creo que salvo esto y algún recuerdo más fué lo único que se vino en mi maleta.
Desde allí fuimos a Brookfield Place un centro comercial de lujo en el que hay una zona con sitios estupendos para comer por el que merece darse una pequeña vuelta. Caminamos por River Terrace donde hay unas vistas extraordinarias del Hudson. Llegamos a Tribeca, un barrio que me encantó y comimos en un sitio llamado Benvenuto Café, en el que podías elegir entre mil combinaciones de sandwiches, ensaladas, carne, en fin, un poco de todo y no estaba mal de precio. Fué una buena elección, la comida estaba bastante buena y lo que vimos en el resto de las mesas tenía muy buena pinta.
Ahora tenemos que volver un poco más atrás y os diré la razón, con tanto andar estábamos un poco caninos de algo dulce y aunque los americanos son buenos en muchas cosas, lo del dulce, salvo excepciones, no es su fuerte. Así volvimos a Brookfield Place donde habíamos visto una pastelería que tenía un aspecto fantástico, La Financier Pastisserie (hay otra cerca de Wall Street), allí disfrutamos de una tarta de queso con arándanos espectacular y de un crep recién hecho con crema de cacao y plátano.
Ahora tenemos que volver un poco más atrás y os diré la razón, con tanto andar estábamos un poco caninos de algo dulce y aunque los americanos son buenos en muchas cosas, lo del dulce, salvo excepciones, no es su fuerte. Así volvimos a Brookfield Place donde habíamos visto una pastelería que tenía un aspecto fantástico, La Financier Pastisserie (hay otra cerca de Wall Street), allí disfrutamos de una tarta de queso con arándanos espectacular y de un crep recién hecho con crema de cacao y plátano.
Lo último que hicimos ese día fué visitar el One World Observatory y he de decir que esto ha sido sino lo que más, una de las partes más impresionantes de este viaje porque las vistas desde este edificio son alucinantes, una mirada de 360º a Nueva York que no podrás olvidar.
¡Espero que os gusten mis cosillas!
No hay comentarios
Publicar un comentario
¡¡Muchas gracias por dedicarme unos minutos!!